MARACUYA O FRUTA DE LA PASIÓN
¿Alguna vez se han preguntado porque en muchos países la maracuya es llamada fruta de la pasión?
Seguramente sí, y la respuesta que se han imaginado (qué tiene propiedades afrodisíacas) sorprendente dista mucho de la razón por la cual esta deliciosa fruta recibe este nombre, pues su consideración como pasionaria es más de índole religioso, que sexual.
Del maracuyá -o passiflora edulis-, todo nos parece interesante, desde su forma, pasando por su flor, hasta el origen de su nombre y su denominación popular como fruta de la pasión. Si abrís un maracuyá a la mitad, verás un conglomerado de semillas envueltas en una especie de néctar viscoso, una apariencia que, según se cree, dio lugar al término guaraní de “mburucuyá”, que quiere decir “criadero de moscas”.
Pero más allá del nombre de maracuyá, que se aplica tanto a la planta como al fruto, la asignación del sobrenombre de “fruta de la pasión” para el fruto, está íntimamente relacionado con la forma de la planta, y no guarda relación alguna con los hipotéticos efectos afrodisíacos del fruto. Fueron los colonizadores españoles quienes, al observar el color y la estructura de la flor del maracuyá, le dieron a ésta un valor simbólico en relación con la figura de Cristo. Así, el grupo de diez pétalos y sépalos de la flor del maracuyá se corresponderían con los 10 apóstoles (todos menos Pedro y Judas), los 5 estambres, con los 5 estigmas de Cristo; y los 3 pistilos, con los clavos de la cruz. El color violeta, por su parte, siempre ha tenido atribuciones de índole religioso, y ha sido relacionado directamente con la pasión de Jesucristo.
Historia del Red Velvet
Esta semana queremos compartir con ustedes la historia del Red Velvet o en nuestro idioma Terciopelo Rojo, aunque preparación tradicionalmente es una tarta, las diferentes variaciones hace que las encontremos en Cupcakes, popcakes y hasta helados. En Dulces con historia, tenemos unos deliciosos Red velvet que les recomendamos probar. Este es un pastel de color rojo o marrón, con un sabor a chocolate, y nada mejor que con un glaseado de queso.
Pero ocupándonos del asunto que nos interesa hablemos un poco de su historia, o mejor dicho de su leyenda, que como tantas cosas que nos llegan de norte América esta cargada de toda una trama de la que se podría hacer una película. Y es que las versiones son varias, escojan su favorita.
Cuentan que en los años 50 una mujer que se hospedo en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, quedo fascinada con el sabor de este pastel, y solicito la receta en el hotel. Se dice que eran ellos los dueños de tan delicioso pastel. El chef gustosamente se la cedió. El problema vino cuando la mujer se disponía a dejar el hotel y se encontró con un elevado cobro en su factura en concepto de la fórmula del famoso pastel. Indignada, envió una carta en cadena a todas sus amistades con la receta con la intención de popularizar esta. Muy ingeniosa esta mujer.
Por otro lado, hay quienes sitúan su nacimiento en la cadena Eaton en Canadá, donde los empleados habían jurado guardar silencio y no desvelar la receta, ya que les habían hecho creer que había sido ideada por la matriarca de la familia.
Por último, hay otra versión que defiende que la precariedad sufrida durante la segunda Guerra Mundial obligo a los reposteros sureños a introducir remolacha en las preparaciones de sus pasteles, para mejorar sus aspecto, siendo este el origen de su particular color rojo.
Apropósito de los sureños, lo cierto es que el pastel red Velvet ha estado históricamente relacionado con las celebraciones de independencia de Texas en donde la comida roja es parte del ritual de liberación. Además beben limonada roja, que simboliza la sangre derramada durante la Guerra Civil.
Como ven son muchas las leyendas que intentan explicar con surgió este particular pastel allá por los años 40 y 50. Pero fue gracias a la película Magnolias de acero (1989), que esta preparación recobro su popularidad. Y más recientemente con la boda de la cantante Jessica Simpson que hablo encantada de su maravilloso Red Velvet en todos los medios y es que este sabor en Estados Unidos causa furor.
MARACUYA O FRUTA DE LA PASIÓN
¿Alguna vez se han preguntado porque en muchos países la maracuya es llamada fruta de la pasión?
Seguramente sí, y la respuesta que se han imaginado (qué tiene propiedades afrodisíacas) sorprendente dista mucho de la razón por la cual esta deliciosa fruta recibe este nombre, pues su consideración como pasionaria es más de índole religioso, que sexual.
Del maracuyá -o passiflora edulis-, todo nos parece interesante, desde su forma, pasando por su flor, hasta el origen de su nombre y su denominación popular como fruta de la pasión. Si abrís un maracuyá a la mitad, verás un conglomerado de semillas envueltas en una especie de néctar viscoso, una apariencia que, según se cree, dio lugar al término guaraní de “mburucuyá”, que quiere decir “criadero de moscas”.
Pero más allá del nombre de maracuyá, que se aplica tanto a la planta como al fruto, la asignación del sobrenombre de “fruta de la pasión” para el fruto, está íntimamente relacionado con la forma de la planta, y no guarda relación alguna con los hipotéticos efectos afrodisíacos del fruto. Fueron los colonizadores españoles quienes, al observar el color y la estructura de la flor del maracuyá, le dieron a ésta un valor simbólico en relación con la figura de Cristo. Así, el grupo de diez pétalos y sépalos de la flor del maracuyá se corresponderían con los 10 apóstoles (todos menos Pedro y Judas), los 5 estambres, con los 5 estigmas de Cristo; y los 3 pistilos, con los clavos de la cruz. El color violeta, por su parte, siempre ha tenido atribuciones de índole religioso, y ha sido relacionado directamente con la pasión de Jesucristo.
MARACUYA O FRUTA DE LA PASIÓN
¿Alguna vez se han preguntado porque en muchos países la maracuya es llamada fruta de la pasión?
Seguramente sí, y la respuesta que se han imaginado (qué tiene propiedades afrodisíacas) sorprendente dista mucho de la razón por la cual esta deliciosa fruta recibe este nombre, pues su consideración como pasionaria es más de índole religioso, que sexual.
Del maracuyá -o passiflora edulis-, todo nos parece interesante, desde su forma, pasando por su flor, hasta el origen de su nombre y su denominación popular como fruta de la pasión. Si abrís un maracuyá a la mitad, verás un conglomerado de semillas envueltas en una especie de néctar viscoso, una apariencia que, según se cree, dio lugar al término guaraní de “mburucuyá”, que quiere decir “criadero de moscas”.
Pero más allá del nombre de maracuyá, que se aplica tanto a la planta como al fruto, la asignación del sobrenombre de “fruta de la pasión” para el fruto, está íntimamente relacionado con la forma de la planta, y no guarda relación alguna con los hipotéticos efectos afrodisíacos del fruto. Fueron los colonizadores españoles quienes, al observar el color y la estructura de la flor del maracuyá, le dieron a ésta un valor simbólico en relación con la figura de Cristo. Así, el grupo de diez pétalos y sépalos de la flor del maracuyá se corresponderían con los 10 apóstoles (todos menos Pedro y Judas), los 5 estambres, con los 5 estigmas de Cristo; y los 3 pistilos, con los clavos de la cruz. El color violeta, por su parte, siempre ha tenido atribuciones de índole religioso, y ha sido relacionado directamente con la pasión de Jesucristo.
Historia del Red Velvet
Esta semana queremos compartir con ustedes la historia del Red Velvet o en nuestro idioma Terciopelo Rojo, aunque preparación tradicionalmente es una tarta, las diferentes variaciones hace que las encontremos en Cupcakes, popcakes y hasta helados. En Dulces con historia, tenemos unos deliciosos Red velvet que les recomendamos probar. Este es un pastel de color rojo o marrón, con un sabor a chocolate, y nada mejor que con un glaseado de queso.
Pero ocupándonos del asunto que nos interesa hablemos un poco de su historia, o mejor dicho de su leyenda, que como tantas cosas que nos llegan de norte América esta cargada de toda una trama de la que se podría hacer una película. Y es que las versiones son varias, escojan su favorita.
Cuentan que en los años 50 una mujer que se hospedo en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, quedo fascinada con el sabor de este pastel, y solicito la receta en el hotel. Se dice que eran ellos los dueños de tan delicioso pastel. El chef gustosamente se la cedió. El problema vino cuando la mujer se disponía a dejar el hotel y se encontró con un elevado cobro en su factura en concepto de la fórmula del famoso pastel. Indignada, envió una carta en cadena a todas sus amistades con la receta con la intención de popularizar esta. Muy ingeniosa esta mujer.
Por otro lado, hay quienes sitúan su nacimiento en la cadena Eaton en Canadá, donde los empleados habían jurado guardar silencio y no desvelar la receta, ya que les habían hecho creer que había sido ideada por la matriarca de la familia.
Por último, hay otra versión que defiende que la precariedad sufrida durante la segunda Guerra Mundial obligo a los reposteros sureños a introducir remolacha en las preparaciones de sus pasteles, para mejorar sus aspecto, siendo este el origen de su particular color rojo.
Apropósito de los sureños, lo cierto es que el pastel red Velvet ha estado históricamente relacionado con las celebraciones de independencia de Texas en donde la comida roja es parte del ritual de liberación. Además beben limonada roja, que simboliza la sangre derramada durante la Guerra Civil.
Como ven son muchas las leyendas que intentan explicar con surgió este particular pastel allá por los años 40 y 50. Pero fue gracias a la película Magnolias de acero (1989), que esta preparación recobro su popularidad. Y más recientemente con la boda de la cantante Jessica Simpson que hablo encantada de su maravilloso Red Velvet en todos los medios y es que este sabor en Estados Unidos causa furor.
Historia de los Cupcakes
Cupcakes, o para ser más
literales “pasteles en taza”, son
aquellos lindos y coloridos pastelitos, que vemos una y otra vez en las series,
películas y realities americanos, y es que allí los Cupcakes son toda una
pasión los hay de mil sabores; dulces, salados, mixtos y cuantas combinaciones
o sabores se nos puedan ocurrir. Los hay para todas las ocasiones de todos los
colores, y de diferentes tamaños. En
resumen cuando de Cupcakes se trata hay todo un mundo para indagar. Pero
¿Cuál es su origen?
Hay dos teorías, ambas
validadas.
La historia de los Cupcakes se remonta mucho
atrás en el tiempo: la primera receta en la que hace referencia directa a la
taza como recipiente de cocción, data de 1796 y se encuentra en el libro American Cookery de Amelia Simmons; en 1826 apareció
por primera vez el término Cupcakes, pero la verdadera comercialización de
estos dulces envueltos individualmente, comenzó después de la Primera Guerra
Mundial.
Antiguamente estos pastelitos
se horneaban en tazas, ya que no existían los capacillos o moldes de papel, y es
ahí donde surge la otra teoría, y es que según textos históricos se cree que su
nombre puede deberse a que los ingredientes en las primeras recetas que
conocemos se medían por tazas.
Bueno los historiadores culinarios no logran
ponerse de acuerdo, pero sea cual fuere, lo cierto es que han sobrevivido hasta
nuestra época, así que disfrutemos de ellos.
Fuente: Wikipedia
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